Hoy en día, es esencial ser un buen vendedor para ser exitoso, pues existe tanta competencia y los clientes disponen de diversas opciones para hacer sus compras y por muchas verdades que intentes decirles para convencerlos, por ejemplo que tu empresa está compuesta por expertos, aún así no los convences.
Por otro lado, aunque te esfuerces al máximo por demostrar excelencia y calidad en lo que haces, muchas otras empresas lo hacen y ofrecen servicios similares o productos que incluso llegan a diferenciarse del resto, por lo que llegamos a la conclusion de que dominar el arte de las ventas requiere de esfuerzo, dedicación y pasión, ademas de capacitarte y aprender de manera frecuente sobre las nuevas técnicas para lograr obtener ventas exitosas.
¿Quieres saber cómo ser un excelente vendedor y alcanzar la meta cada mes? ¡Entonces, mira algunos consejos que Dilo Creativo trae para ti!
Sé un experto: En el área, por ejemplo, si vendes tecnología, entonces domina lo más que puedas sobre el tema para que logres convencer a tus clientes. Lo mismo si trabajas en una ferretería o cualquier otro almacén. Debes mostrarte como un experto y señalar al cliente los productos que le resultan más convenientes.
Conoce tu producto: Nadie confía en un vendedor que no tiene convicción en el producto que está vendiendo, y peor aún es el caso de quien ni siquiera sabe de lo que está hablando. Por eso, debes estar dispuesto a conocer cada detalle del producto o servicio que vendes, pues eso es esencial para pasarle confianza a los clientes. Tener un conocimiento profundo sobre el producto es importante tanto para responder a las dudas que la persona pueda tener como para ofrecerle consejos valiosos de cómo puede sacar más provecho de él.
Conoce a tu cliente: Si conocer el producto es importante, entender cómo el cliente actúa y piensa no se queda atrás, pues eso te crea una situación favorable, con algunas ventajas. Una de ellas es la oportunidad de personalizar mejor tu enfoque y centrarte en los puntos de mayor interés para la persona, haciendo que se sienta más cómoda para continuar con la negociación. Conocer al cliente implica responder algunas preguntas: ¿cuáles son los motivos que le llevarían a comprar de ti? ¿Cuáles serían algunos obstáculos que podrían dificultar el acuerdo?
Sé empático: La empatía es la habilidad de ponerse en lugar de otros, y es crucial que sepas hacer esto para aprender cómo ser un buen vendedor. A nadie le gusta tratar con una persona que solo piensa en los propios intereses y objetivos, y cuando un vendedor no tiene en cuenta la situación del cliente es exactamente esa imagen que pasa. Por otro lado, por tratar de entender los motivos que llevan al cliente a cometer un error, podrás encontrar mejores soluciones y respuestas y, también, ofrecer acuerdos que sean buenos para ambas partes.
Sé más persuasivo: La persuasión, es decir, el poder de convencer a las personas, es un arte que va a transformar del agua al vino tu potencial de ventas. Pensando bien, podemos decir que la mayoría de las veces el cliente desea ser convencido. Esto significa que ha encontrado la oferta ideal, que se ajusta a tus necesidades. La buena noticia es que la persuasión puede ser aprendida. Entonces, concéntrate cada día en técnicas que te ayuden a ser más persuasivo, lo que te va a llevar a conseguir acuerdos más ventajosos.
Sé honesto: Desafortunadamente, la profesión de vendedor todavía tiene una mancha desagradable por las malas prácticas que muchos insisten en seguir. Una de ellas implica la idea de que para vender bastante es necesario engañar a los clientes y hacerlos comprar más de lo que realmente necesitan, o en algunos casos hasta adquirir un producto que no será de ayuda alguna. No sigas este camino: sé honesto con todos los clientes, aunque esto te cueste algunas ventas. El resultado será que los clientes que realmente atraigas serán más leales y podrán, incluso, actuar como promotores de tu trabajo.
Aprende a escuchar: No sea aquel vendedor que habla demasiado en el intento de impresionar al cliente o vencerlo por el cansancio. Esta táctica puede, incluso, funcionar con algunas personas, pero no es un buen modelo a seguir. Más importante es aprender a escuchar lo que los clientes tienen que decir. Escucha atentamente sus dudas, problemas, objetivos y luego responde con algo relevante. Este tipo de gesto crea una identificación profunda con el cliente, que surtirá efecto cuando llegue la hora de decidir.
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